El inicio se remonta en el año 2018 en la entrada del congreso gastronómico Madrid Fusión donde al verlo me emocionó y pienso cómo poder llegar a llamar su atención. Como siempre, no hay otra que identificarme como mexicano y así fue. Le digo a Martín Berasategui “un mexicano que te admira” y él de inmediato voltea y me dice “¿eres mexicano?” y yo le digo “de Hueso Colorado” y él se ríe y comenta “que gran país tienes”. Yo aproveché y le pedí que me concediera unos minutos para unas preguntas para el periódico El Heraldo de México. Él me dijo que con gusto pero dentro del evento, ya que tenía una agenda complicada. Yo acepto y le digo que lo veo adentro.

Pensé que mi oportunidad la había perdido ya que dentro hay muchísima gente y seguramente estaría inaccesible. Después de buscarlo lo encontré rodeado de cámaras de televisión y varios periodistas. Pensé que sería imposible pero lo intenté buscándole la mirada a ver si había alguna reacción por su parte y lo que nunca olvidaré fue que en medio de todos los que le estaban entrevistando pido un momento, se dirigió a mí y me dijo: “mira como estoy ¿por qué no quedamos otro día?” Yo emocionado le dije “¿de verdad me concede una entrevista?” y él me dice “háblame de tu que somos amigos”. A continuación, llamó a una señorita que luego presentaría como su hija, y le dice “este señor es amigo mío, lo que quiera, atiéndelo”. Y así fue como empezó mi amistad con el gran Martín Berasategui.